Alexis Pardillos
Fuente: NASA
Los lugares más recónditos de la galaxia de Andrómeda han sido fotografiados desde las profundidades cósmicas por el Telescopio "Hubble", con una resolución de 1.500 millones de píxeles. La imagen, que en realidad es un mosaico que crea una gran panorámica de una parte de la galaxia, es el trabajo de más de 80 astrónomos estadounidenses y forma parte del colosal proyecto Tesoro Pancromático Hubble de Andrómeda (PHAT) y fue entregada a todo el mundo a primeros de 2015 como regalo científico para empezar el año.
Los lugares más recónditos de la galaxia de Andrómeda han sido fotografiados desde las profundidades cósmicas por el Telescopio "Hubble", con una resolución de 1.500 millones de píxeles. La imagen, que en realidad es un mosaico que crea una gran panorámica de una parte de la galaxia, es el trabajo de más de 80 astrónomos estadounidenses y forma parte del colosal proyecto Tesoro Pancromático Hubble de Andrómeda (PHAT) y fue entregada a todo el mundo a primeros de 2015 como regalo científico para empezar el año.
PUEDE ACCEDER A LA IMAGEN DE LA NASA DESDE AQUÍ y una vez en ella utilizar la rueda del ratón como zoom para acercar y alejar la imagen.
La Galaxia de Andrómeda, en la constelación de Perseo, tambien conocida como M31 ó NGC 224, es una gigante galaxia espiral, la más cercana a la Vía Láctea, la galaxia que nos alberga, de la que dista aproximadamente a unos 2 millones de años luz. Ambas galaxias gigantes, junto a aproximadamente otras 30 más pequeñas, componen el denominado "Grupo Local de Galaxias" al que pertenecemos.
Su visible magnitud hace a Andrómeda ser perceptible a simple vista, demostrando su inmensidad, a pesar de la enorme distancia que nos separa de ella.
Andrómeda es, además, una galaxia, por decirlo de alguna manera, modelo, pudiéndose observar desde su exterior su estructura espiral, sus cúmulos estelares, sus nebulosas, el material interestelar y en su centro, el núcleo galáctico.
Andrómeda es, además, una galaxia, por decirlo de alguna manera, modelo, pudiéndose observar desde su exterior su estructura espiral, sus cúmulos estelares, sus nebulosas, el material interestelar y en su centro, el núcleo galáctico.
Esta imagen es, en sí misma, un maravilloso ejemplo de la inmensidad cósmica a la que pertenecemos, además de un increible avance tecnológico a nuestro alcance, suponiendo una herramienta de investigación y espectáculo para todo aquel profesional astrónomo, aficionado o, simplemente, para tod@s aquell@s curios@s del Universo que nos rodea.
Foto: Hubble/NASA
Según la mitología griega, Andrómeda, hija del rey Cepheus y de la reina Casiopea de Jaffa, en un reino llamado por los antiguos Ethiopia, era una bella princesa de cuya belleza su madre hacia ostentación. Una vez, habiendo dicho que Andrómeda era más bella que las Ninfas Nereidas, hijas del dios Poseidón, acudieron éstas recelosas a su padre, tras haber recibido la noticia por un testigo escondido y despertaron la ira de éste hacia la reina Casiopea y su hija, no sin antes provocar un gran diluvio que inundó el pais y trajo un gran monstruo marino aniquilador (¿Gran Diluvio?). El Oráculo de Zeus aconsejó a Cepheus que sacrificara a su hija, Andromeda, para aplacar la ira de Poseidón. Así pues, el rey asumió el consejo del Oráculo y encadenó a su hija a una roca para que fuera devorada por la fiera y monstruosa bestia. El hijo de Zeus (o Preto) dios del Cielo y de la mortal Dánae, hija del rey Acrisio, Perseo, que pasaba por allí tras matar a Medusa, prendado por la belleza de Andrómeda, acordó con su padre, Cepheus, que su hija fuera su esposa si la salvava del monstruo. Así lo hizo Perseo y, tras una serie de intensos sucesos y acontecimientos, casó con Andrómeda y tuvieron seis hijos. De su primer hijo Perses, dijo Herodoto, descendieron los primeros reyes de Persia. A su muerte, la diosa Atenea colocó a Perseo y a Andromeda en el firmamento.
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