Alexis Pardillos.
Fuentes: AJHG, ABC
Imagen: Pixabay
Se estima que hace aproximadamente entre 4,5 y 7
millones de años el linaje de los primeros homínidos se separo del de los
primates en África dando comienzo una carrera evolutiva que fue modificando
poco a poco la especie humana hasta ubicarla en la sofisticación física de la
que gozamos hoy en día.
En torno a hace unos 1,3 millones de años se
estima que el Homo
habilis se expandió fuera de África, dispersándose por diferentes partes del
viejo mundo y el Homo
sapiens, cuya origen se estima en unos 200.000 años también en África hizo
lo mismo hacia Eurasia en diferentes oleadas, dirigiéndose desde allí hacia el
resto del planeta.
Ahora, un estudio reciente publicado por “The American Journal of Human Genetics”
aporta nuevas sugerencias para esclarecer los mecanismos de aquellos
movimientos migratorios.
El estudio llevado a cabo al secuenciar el ADN de
una muestra de 225 personas entre egipcios y etíopes, viene a descifrar
la ruta que siguieron aquellos hombres ancestrales antes de abandonar el
continente africano, dando mayor posibilidad a aquella salida expansiva por
Egipto y el Sinaí, en un camino por el Norte,
en detrimento de la teoría del camino por el Sur
que defiende el éxodo a través del Estrecho de Bab El Mandeb y la península
arábiga.
Aquella conclusión se obtiene al determinar que
las regiones genómicas enmascaradas de las muestras egipcias se presentaban en
frecuencias más altas y eran más parecidas a muestras de fuera de África que
las regiones genómicas enmascaradas etíopes.
En el mismo estudio se utilizaron genomas de alta
calidad para establecer la cronología de la separación de unas poblaciones de
otras. Así pues las personas de fuera de África se separaron de los genomas
egipcios hace en torno a unos 55.000 años, unos 10.000 años después de la
separación de los genomas etíopes, hecho que se produjo hace unos 65.000 años. Esto
evidencia y refuerza aquella teoría de que fue Egipto, en aquella ruta por el
Norte, la última parada antes de abandonar el continente africano.
Además, ese camino del Norte parece estar más en
concordancia con otras circunstancias descubiertas recientemente, tal y como
son el hallazgode los primeros restos fósiles de
humanos modernos en Israel que datan precisamente de unos 55.000 años y la
mezcla, en aquellos humanos de fuera África, con información genética de la
especie neandertal.
Así los estudios, cada día que pasa, vamos
descubriendo nuevos datos sobre la evolución humana, datos que, por otro lado,
no sería posible conocer sin la aportación de todos los avances científicos que
en materia de secuenciación de ADN se vienen sucediendo en los últimos años.
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